A continuación, te mostramos los jugadores más recomendables, con un valor económico, para la próxima jornada de liga.
Hugo Duro no es un delantero de cifras escandalosas ni de jugadas para el recuerdo, pero su fútbol es una lección de compromiso. En el Valencia, el delantero madrileño se ha consolidado como un referente de entrega, capaz de pelear balones imposibles, de exprimir cada jugada hasta la última gota de esfuerzo. Su especialidad no está en los goles —aunque también los hace—, sino en el trabajo sin balón, en los desmarques que abren espacios, en la presión asfixiante al rival. A Duro le falta a veces el temple en el remate, pero le sobra corazón. Es ese tipo de jugador que hace equipo, que contagia al resto y que nunca baja los brazos. Su valor de mercado es de 3.000.000€.
Desde que llegó al Atlético de Madrid, Conor Gallagher se convirtió en el arquetipo perfecto del jugador que Simeone adora. Centrocampista de largo recorrido, Gallagher no entiende de pausas: presiona, corre, llega, recupera, aparece en ambas áreas. Formado en la intensidad de la Premier, ha sabido adaptarse al fútbol español con la misma voracidad. Su juego es vertical, directo, a veces algo impreciso en espacios reducidos, pero con una energía que arrastra al equipo. En cada partido, el inglés parece tener una reserva inagotable de gasolina, un motor que no se detiene y que encaja como anillo al dedo en la exigente orquesta del Cholo. Su valor de mercado es de 3.080.000€.
Ramón Terrats no levanta la voz en el campo, pero habla con la pelota. Mediocentro de perfil cerebral, el catalán ha encontrado en el Getafe un lugar donde crecer sin hacer ruido. Su fútbol es de lectura, de pausa, de pases bien medidos. No necesita florituras ni arrancadas explosivas: lo suyo es la colocación, la distribución y ese ritmo pausado que a veces desespera al rival. Terrats se mueve como un equilibrista entre líneas, siempre atento, siempre bien posicionado. No tiene el brillo de otros mediocampistas más ofensivos, pero aporta un orden fundamental en el caos del centro del campo azulón. Su valor de mercado es de 3.660.000€.
Jorge Herrando es un defensa sin estridencias, de los que hacen de la corrección su virtud. Zurdo, formado en la cantera de Tajonar, ha crecido con paciencia en un fútbol que suele premiar a los que saben esperar su momento. Su juego es sobrio, de perfil bajo, pero eficaz. Sabe sacar el balón jugado, se posiciona con inteligencia y rara vez entra al choque si no es necesario. En Osasuna valoran su templanza, su capacidad para mantenerse firme incluso en los momentos más tensos. Herrando no llama la atención, pero siempre cumple. Y en Pamplona, eso vale oro. Su valor de mercado es de 330.000€.
Pocos regresos son tan simbólicos como el de Adrián San Miguel al Betis. Después de una larga etapa en Inglaterra, el portero sevillano volvió al Villamarín como un veterano lleno de tablas. Su figura impone respeto, no solo por sus reflejos —que aún conserva a pesar de los años—, sino por su liderazgo y experiencia. Adrián transmite seguridad desde atrás, ordena la defensa, y sabe cuándo acelerar y cuándo templar. Ya no está para jugarlo todo, pero su presencia en el vestuario verdiblanco es fundamental. Es uno de esos jugadores que, más allá del campo, construyen grupo y dejan huella. Su valor de mercado es de 1.130.000€.