A continuación, te mostramos los jugadores más recomendables, con un valor económico, para esta jornada de LaLiga.
Diego López (Valencia) es un extremo que encarna la electricidad en ataque. Su juego se define por una zancada potente, una conducción agresiva y un sentido del gol que lo convierte en un peligro constante para las defensas rivales. No es un nueve de área estático, sino que se mueve con inteligencia por los carriles exteriores, aprovechando su velocidad y capacidad de desborde. Su regate en carrera es letal, con cambios de ritmo que desconciertan a los defensores. Además, tiene un golpeo de balón preciso, lo que le permite definir con eficacia cuando pisa el área. Aunque aún debe pulir su toma de decisiones en los últimos metros, su descaro y atrevimiento lo convierten en una de las armas más peligrosas del Valencia en ataque. Suma cuatro goles y cuatro asistencias en liga. Su valor de mercado es de 2.000.000€.
Sergi Altimira (Betis) es ese centrocampista que todo equipo necesita para dar coherencia al juego. Su fútbol se basa en la inteligencia táctica, la capacidad de recuperación y la habilidad para distribuir el balón con precisión. No es un mediocentro que brille por su exuberancia física, pero compensa con una lectura de juego privilegiada que le permite anticiparse a las jugadas. Su toque es limpio, con pases sencillos pero efectivos, asegurando siempre la continuidad en la posesión. En el Betis, ha demostrado que puede adaptarse tanto a un rol más defensivo como a uno con mayor presencia en campo rival, gracias a su buena conducción y criterio en la salida de balón. Su margen de crecimiento aún es amplio, pero ya deja destellos de un mediocampista con temple y fiabilidad. Su valor de mercado es de 2.100.000€.
Fernando Calero (Espanyol) representa la sobriedad y el orden en la defensa. Como central, destaca por su capacidad para anticipar los movimientos del rival, su buena colocación y su solidez en el juego aéreo. No es el típico defensa que arriesga en exceso, sino que prefiere la seguridad y el rigor táctico para mantener el bloque bien plantado. Su salida de balón es aseada, sin estridencias, pero con la claridad suficiente para iniciar la construcción del juego desde atrás. En el Espanyol, ha demostrado ser un pilar defensivo, con una fiabilidad que le ha permitido ganarse la confianza tanto de sus compañeros como de su entrenador. Puede que no sea el central más vistoso, pero su consistencia y capacidad de liderazgo lo hacen indispensable en cualquier esquema defensivo. Su valor de mercado es de 270.000€.