El Barça se mantiene a 7 puntos del Real Madrid tras golear 7-1 al Valencia con 2 goles y 2 asistencias del medio andaluz

El Estadi Olímpic Lluís Companys vivió una fiesta del fútbol. El FC Barcelona destrozó al Valencia con un imponente 7-1 que quedará en la memoria de los aficionados culés. La goleada llegó en un momento clave para el equipo de Hansi Flick, que se reencontró con el buen fútbol y con el resultado que había estado buscando tras una serie de empates. Desde el primer minuto, el Barcelona mostró su dominio absoluto. Frenkie de Jong abrió el marcador a los 3 minutos, mostrando su calidad en una jugada colectiva que encendió a la afición. Apenas cinco minutos después, Ferran Torres aumentó la ventaja con un remate certero, y antes de que los jugadores del Valencia pudieran reaccionar, Raphinha anotó el tercer gol al minuto 14, un golpe que dejó al conjunto visitante desbordado. Con el Valencia totalmente perdido en el campo, Fermín López, que ya había asistido en el anterior gol, se encargó de sentenciar prácticamente el partido antes del descanso. El joven mediocampista fue el MVP de la jornada anotando dos goles, el primero en el minuto 24 y el segundo ya al filo del entretiempo, dejando el marcador en un inalcanzable 5-0 al descanso. En esa primera mitad, el Barcelona mostró una versión arrolladora, ejecutando su juego con precisión y rapidez. En la segunda mitad, el Valencia trató de dar la cara, y Hugo Duro logró descontar en el 59, pero era evidente que la batalla ya estaba perdida. El Barcelona seguía dominando, y con la entrada de Robert Lewandowski, el ataque culé continuó siendo letal. El polaco anotó el sexto gol en el minuto 66, con otra asistencia de Fermín, mostrando que el equipo estaba en un momento de forma espléndido. Para rematar la faena, el defensor del Valencia, César Tárrega, anotó un autogol en el minuto 75, dejando el marcador final en un aplastante 7-1. Otro de los grandes jugadores del encuentro fue Cubarsi. No dejaba pasar ni a una mosca sin su permiso. La fiesta era total en el Estadi Olímpic, mientras el Valencia se hundía en la desesperación. La derrota no solo reflejaba la diferencia de calidad entre ambos equipos, sino que también dejaba al conjunto de Carlos Corberán en una situación crítica. Este resultado catapulta al Barcelona, que sigue en la lucha por los primeros puestos de LaLiga.

El Real Madrid visitó el estadio José Zorrilla en un partido difícil de olvidar para Kylian Mbappé. El delantero francés firmó su primer hat-trick con la camiseta blanca, liderando a su equipo en una victoria contundente por 0-3 frente al Real Valladolid, un resultado que consolida al equipo como líder indiscutible de LaLiga. El primer gol llegó al minuto 30, en una jugada que combinó precisión y talento. Jude Bellingham, siempre fino en la visión de juego, asistió a Mbappé con un pase quirúrgico que dejó al francés cara a cara con el portero. Con un remate seco al ángulo inferior derecho, Mbappé rompió el empate y adelantó al conjunto merengue. La celebración fue contenida, pero en sus ojos brillaba la determinación de quien sabe que está volviendo a su nivel. En la segunda mitad, el Valladolid intentó reaccionar, pero el Real Madrid supo controlar los tiempos. En el minuto 57, Rodrygo se lució con una asistencia precisa que Mbappé transformó en su segundo tanto de la noche. La definición fue casi una copia de su primer gol: un disparo quirúrgico, imposible para el guardameta. El desenlace llegó en el tiempo añadido. Una falta en el área sobre Jude Bellingham, que provocó la expulsión de Mario Martín, le dio a Mbappé la oportunidad de cerrar la noche desde los once metros. El francés no falló, ejecutando el penalti con calma y precisión para sellar el 0-3 definitivo. La actuación del astro francés no solo aseguró tres puntos para el Real Madrid, sino que también dejó claro que su adaptación al equipo es un hecho. Con esta victoria, los de Carlo Ancelotti ampliaron su ventaja en la tabla a cuatro puntos con respecto al Atlético de Madrid.

El Estadio de Vallecas fue el escenario de un emocionante duelo en LaLiga, donde el Rayo Vallecano logró una remontada heroica para vencer 2-1 al Girona. El Girona, con su entrenador Míchel regresando a un lugar especial para él, fue quien abrió el marcador. En el minuto 58, Bryan Gil aprovechó una excelente asistencia de Iván Martín para adelantar a los visitantes. Su definición precisa silenció momentáneamente a la afición rayista, que veía cómo su equipo sufría ante un Girona bien plantado. Pero el Rayo Vallecano, conocido por su espíritu combativo, no tardó en reaccionar. El técnico local movió el banquillo y dio entrada a Randy Nteka en el minuto 75, un cambio que resultaría determinante. Apenas cinco minutos después, Nteka marcó el gol del empate, tras una asistencia medida de Álvaro García. La explosión en las gradas fue un preludio de lo que estaba por venir. Con el partido en su punto álgido, Nteka volvió a ser el protagonista. En el minuto 83, y de nuevo con Álvaro García como cómplice, el delantero remató con precisión para sellar la remontada. El 2-1 desató la euforia en Vallecas, mientras el Girona, frustrado, buscaba respuestas que no llegarían. El triunfo coloca al Rayo en la séptima posición de LaLiga.

En el Reale Arena se vivió un resultado inesperada, marcado por la contundente victoria del Getafe frente a una Real Sociedad que no encuentra el rumbo en los últimos partidos. El equipo azulón, con un planteamiento eficaz y letal, se llevó un 0-3 que refleja no solo su buen momento, sino también las carencias de un rival en crisis. El partido comenzó con equilibrio en el campo, pero poco a poco el Getafe fue imponiendo su ritmo. La Real Sociedad, desgastada tras una semana difícil con derrotas ante el Valencia y la Lazio, no logró conectar con su juego habitual. Los locales no pudieron evitar que el control se deslizara hacia los visitantes. El primer golpe llegó en el minuto 72, cuando Christian Uche aprovechó un rechace de Remiro para adelantar al Getafe. Apenas dos minutos después, el estadio quedó completamente mudo con el segundo gol de los azulones, esta vez obra de Carles Pérez, que culminó una jugada rápida con un disparo preciso. La sentencia llegó en el minuto 85. De nuevo Carles Pérez, imparable durante los minutos que estuvo en el terreno de juego, firmó su doblete con un remate que selló el marcador definitivo. La Real Sociedad, completamente desdibujada, fue incapaz de reaccionar y terminó el partido sumida en la frustración. Mientras tanto, el Getafe celebraba una victoria que no solo les aleja de los puestos de descenso, sino que también refuerza su confianza de cara al futuro.

En el Estadio de Gran Canaria, Las Palmas y Osasuna firmaron un empate 1-1 en un partido cargado de emociones y tensión. Los dos equipos lucharon hasta el final, pero fue el último suspiro del partido el que definió el resultado, con un gol de Januzaj que salvó un punto para los locales. El inicio del encuentro estuvo marcado por la superioridad de Las Palmas en cuanto a posesión y control del juego. Los canarios dominaron el balón, pero les faltó precisión en los últimos metros para concretar las oportunidades creadas. Por su parte, Osasuna se mostró sólido defensivamente y aprovechó los espacios que dejaban los de casa para generar peligro en rápidos contragolpes. Aunque las ocasiones fueron escasas en la primera mitad, ambos equipos demostraron que podían hacer daño en cualquier momento. Al inicio de la segunda mitad, Osasuna golpeó primero. En el minuto 53, Aimar Oroz aprovechó un error defensivo de Las Palmas y, con una gran definición, batió al portero Cillessen, poniendo a los visitantes por delante. El gol de Osasuna desató la alegría en la grada rojilla, mientras que los locales, golpeados, sabían que tendrían que dar un paso al frente si querían igualar el marcador. Las Palmas no se vino abajo, pero su tarea se complicó aún más en el minuto 71, cuando Essugo fue expulsado por doble amarilla. El equipo local, con un hombre menos, se vio obligado a intensificar su presión, aunque parecía que el tiempo se les escapaba. Sin embargo, la perseverancia y el coraje de los jugadores de Las Palmas no flaquearon. En la última jugada del partido, cuando ya parecía que Osasuna se llevaría los tres puntos, Adnan Januzaj ejecutó un lanzamiento de falta al borde del área que se coló en la portería de Osasuna en el minuto 97. El estadio estalló en euforia mientras la afición celebraba el empate que rescató un punto valioso para su equipo.

El Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán fue escenario de un empate 1-1 entre el Sevilla FC y el RCD Espanyol. El partido, que arrancó con gran intensidad, terminó siendo una lucha de estrategias y resistencia entre dos equipos con diferentes objetivos en LaLiga. El Sevilla comenzó tomando la iniciativa, con un dominio claro del balón y varias aproximaciones al área rival. Sin embargo, a pesar de su control, la defensa del Espanyol, liderada por un gran Joan García, logró desbaratar las primeras intentonas sevillistas. Fue el Espanyol el que dio el primer golpe en el minuto 14, cuando Marash Kumbulla, en un saque de esquina cazó un rechace. El gol dejó en silencio al estadio, mientras los visitantes celebraban una ventaja temprana que puso al Sevilla en una posición incómoda. A pesar de este revés, el Sevilla no perdió la compostura y siguió presionando. La afición local nunca dejó de alentar. En el minuto 61, su esfuerzo dio frutos. Loïc Badé firmó el empate con chutazo pegado al palo derecho desde fuera del área. La afición sevillista estalló de júbilo, y el equipo local renovó su impulso para intentar conseguir la victoria. A partir de ese momento, el Sevilla tomó el control total del juego, intensificando su dominio con la posesión y creando diversas oportunidades de gol. Sin embargo, la defensa del Espanyol y las intervenciones clave de Joan García evitaron que los sevillistas marcaran el gol de la victoria. Finalmente, el partido concluyó con el empate 1-1, un resultado que dejó a ambos equipos con sensaciones encontradas. El Sevilla sigue estancado en una posición intermedia de la tabla, aunque no muy lejos de los puestos europeos. El Espanyol, por su parte, continúa en la lucha por la permanencia, pero el empate no les permitió salir de la zona de descenso.

San Mamés fue testigo de un empate sin goles entre el Athletic Club y el Leganés, en un partido de LaLiga que dejó a ambos equipos con sensaciones encontradas. El 0-0 reflejó la gran dificultad que ambos conjuntos encontraron para superar las defensas rivales, y aunque el Athletic dominó la posesión y generó numerosas ocasiones, el gol se les negó. Desde el inicio, el equipo local, dirigido por Ernesto Valverde, mostró su intención de dominar el encuentro. El Athletic acumuló una gran cantidad de remates, 29 en total, y tuvo 16 córners a su favor. A pesar de este dominio en estadísticas, la falta de puntería y la defensa férrea del Leganés frustraron los esfuerzos de los leones. Los visitantes, con un planteamiento defensivo bien organizado, se defendieron con orden y buscaron salir al contragolpe cuando tuvieron la oportunidad. A medida que avanzaba el partido, el Athletic intensificó su presión. Sin embargo, la zaga pepinera, con un Dmitrovic seguro bajo los palos y una gran compenetración entre sus defensores, logró mantener el empate. En los últimos minutos del encuentro, el Leganés estuvo cerca de llevarse la victoria con llegadas aisladas pero muy peligrosas que hicieron saltar los corazones de los aficionados locales. Los jugadores más destacados del Athletic fueron Vivian y Unai Simón, ambos evitaron que los pepineros se hicieran con la victoria. La suerte no estuvo de su lado, pero los jugadores visitantes se sintieron satisfechos con el punto conseguido en un estadio tan complicado como San Mamés.

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