El atacante valenciano alcanza la madurez con una temporada muy completa en el Levante
Rubén Rochina fue un niño prodigio. El Barcelona lo reclutó muy joven procedente de la cantera del Valencia y en su etapa juvenil se convirtió en uno de los jugadores más prometedores del país, pero al terminar su etapa formativa encontró dificultades para consolidarse en el filial culé. Tras haber pasado por las filas del Blackburn Rovers, Real Zaragoza, Rayo Vallecano, Granada y Rubin Kazan, el delantero ha conseguido dar un paso adelante y convertirse en un hombre clave para Paco López.
Una posición idónea
Una de las razones para la explosión definitiva de Rochina es que Paco López ha conseguido ubicar al valenciano en una posición perfecta para sus virtudes. A pesar de tener siempre buenos registros goleadores, desde que fuera pichichi de la División de Honor juvenil el atacante no ha terminado de sentirse cómodo como referencia ofensiva, tampoco ha logrado despuntar cuando ha jugado en banda. En el Levante, en una posición más retrasada, se puede asociar con Campaña o Bardhi y llegar desde segunda línea a zonas de remate, lo que le ha servido para crecer.
Más asistencias que goles
Rochina ha ido adaptándose a las circunstancias y al retrasar su posición ha conseguido participar en muchos goles, pero no como finalizador, sino como asistente. Un total de cinco asistencias ha dado el valenciano en lo que va de campeonato, a lo que hay que sumar los tres tantos que ha firmado en lo que va de ejercicio.
Valor de mercado accesible
Rochina tiene una media de puntos superior a seis puntos, gracias, especialmente, a sus buenas puntuaciones cuando actúa como local. Además, el canterano del Barcelona es fijo para Paco López y ha jugado siempre que las lesiones y las sanciones se lo han permitido desde la jornada 7 en adelante. Su precio ronda los cinco millones de euros, una cifra asequible.