El Santiago Bernabéu fue escenario de una tarde histórica y sorprendente. El Valencia, impulsado por su orgullo y una estrategia táctica impecable de Carlos Corberán, logró asaltar el templo blanco y llevarse una victoria que les sabe a gloria: 1-2 frente al Real Madrid. En una temporada en la que los valencianos aún no conocían la victoria como visitantes, eligieron un escenario ideal para romper ese maleficio. El partido arrancó con un guion inesperado. Apenas pasados los 13 minutos, Vinícius desaprovechó una discutida pena máxima sobre Mbappé, y solo 2 minutos después, en el 15, Diakhaby aprovechó un saque de esquina para, con un cabezazo preciso, silenciar el Bernabéu desatando la alegría visitante. En la segunda mitad, el propio Vinícius Jr aprovechó un balón en el segundo palo tras un saque de esquina para situar el empate en el marcador. Parecía que el Madrid remontaría, como tantas veces había hecho, pero esta vez no fue así. El Valencia, ordenado y disciplinado, resistió el asedio. Y cuando todo parecía encaminado a un empate, Hugo Duro, en el añadid, apareció como el héroe inesperado. El exjugador del Getafe cazó un centro preciso de Rafa Mir y empujó el balón con la cabeza al fondo de la red. El Bernabéu enmudeció, mientras que los jugadores del Valencia estallaban en júbilo. Este triunfo les dio un impulso vital en su lucha por escapar del descenso y mirar a cotas más altas. Para el Real Madrid, la derrota le aleja de sus aspiraciones a arrebatarle al Barça LaLiga. En el siempre vibrante Ramón Sánchez-Pizjuán, el Atlético de Madrid logró una remontada que levantó el ánimo de todo su vestuario. Fue un partido lleno de emociones, con un final digno de película: 1-2 frente al Sevilla, con un héroe inesperado que decidió el encuentro en los últimos minutos. El inicio fue un golpe duro para el Atlético. Apenas comenzado el encuentro, Agoumé lanzó un potente disparo desde fuera del área que se coló en la escuadra, desatando la euforia en Nervión. El Sevilla se creció, mientras el Atlético parecía desorientado. Pero la respuesta llegó rápido. A los 24 minutos, una incursión de Conor Gallagher terminó en penalti tras una falta de Badé, y Julián Alvarez, con frialdad, engañó a Nyland para devolver la igualdad al marcador. A partir de ahí, el partido se volvió una lucha de fuerzas, con ambos equipos midiendo cada acción y cada fallo. En la segunda mitad, el Sevilla apretó con el apoyo de su público, pero el Atlético se mostró firme. Cuando el reloj ya marcaba el tiempo de añadido, y con todo el Pizjuán esperando el empate, Pablo Barrios aprovechó un espacio generado por la defensa local y soltar un disparo preciso. El gol hizo estallar de alegría a los rojiblancos y sumió en un silencio absoluto al estadio sevillista. Para el Atlético, significó un soplo de aire fresco en su lucha por mantenerse en la pelea por LaLiga hasta el final. Y para el Sevilla, alejarse de los puestos europeos. Carlos Corberán recupera a Rioja, Foulquier y Gayà, aunque tiene lesionados a Correia e Iván Jaime. García Pimienta tiene lesionados a Rubén Vargas, Nianzou y Akor Adams. Vuelve Juanlu.
A Gaya se le sumara el robo a ultimo hombre no?