El Santiago Bernabéu fue el escenario de un emocionante derbi madrileño en el que el Real Madrid se impuso 2-1 al Rayo Vallecano, en un partido donde la pegada blanca hizo la diferencia. Desde el inicio, el Rayo demostró que no iba a ser un simple espectador. Aridane tuvo la primera gran oportunidad, pero su remate se fue desviado. El Madrid, tras un breve periodo de tanteo, comenzó a dominar el juego. En el minuto 29, Kylian Mbappé abrió el marcador con su sello característico: velocidad, precisión y un remate imparable. El gol no dio tiempo al Rayo para reaccionar, y apenas cuatro minutos después, Vinícius Jr. amplió la ventaja con una jugada individual brillante que dejó atrás a la defensa visitante y batió a Batalla con un disparo cruzado. En un abrir y cerrar de ojos, el Madrid ya dominaba 2-0. Sin embargo, el Rayo no se dio por vencido. Justo antes del descanso, Pedro Díaz sorprendió a Lunin con un latigazo desde fuera del área que recortó distancias y devolvió la emoción al encuentro. El Rayo se metía de lleno en la pelea, dejando un segundo tiempo lleno de incertidumbre. En la reanudación, los de Íñigo Pérez apretaron buscando el empate, mientras que el Madrid intentó aprovechar los espacios al contragolpe, pero la puntería ya no estuvo de su lado. A pesar de los esfuerzos de ambos equipos, el marcador no se movió, y el Madrid terminó asegurando la victoria, manteniéndose en la lucha por el liderato. El Rayo sigue cerca de los puestos europeos pese a la derrota. El Sevilla se llevó una victoria crucial en el Reale Arena, imponiéndose 0-1 a la Real Sociedad en un partido que exigió máxima concentración táctica. Los locales, apoyados por su afición, tomaron la iniciativa desde el primer minuto, dominando la posesión y buscando romper la sólida defensa sevillista. Sin embargo, el conjunto andaluz, con un planteamiento pragmático, se mantuvo firme y esperando el momento adecuado para golpear. La primera mitad fue muy cerrada, con ambos equipos luchando en el centro del campo y sin ocasiones claras de peligro. La Real Sociedad intentó abrir el marcador con centros laterales y disparos desde fuera del área, pero el Sevilla, bien posicionado, defendió con orden y sin demasiados apuros. En ataque, los de Nervión fueron escasos en sus intentos, pero la paciencia sería su mayor virtud. Nada más comenzar la segunda mitad, el Sevilla aprovechó su oportunidad. Chidera Ejuke, quien regresaba tras una larga lesión, se convirtió en el héroe inesperado. En el minuto 46, cazó un balón suelto en la frontal del área y, con un disparo preciso, superó a Álex Remiro. El estadio enmudeció, mientras los visitantes celebraban un gol que les daba ventaja. A partir de ahí, la Real Sociedad se volcó al ataque en busca del empate, pero la defensa sevillista se mostró infranqueable. Ni Kubo ni Oyarzabal lograron encontrar la fórmula para quebrar el cerrojo, y a pesar de los intentos, el marcador no se movió más. El pitido final selló un triunfo de oro para el Sevilla, que consigue tres puntos vitales en su lucha por las posiciones europeas. La Real, por su parte, vio cómo su esfuerzo se veía frustrado en una noche en la que el fútbol le fue esquivo y se aleja un poco de puestos europeos. Íñigo Pérez recupera a De Frutos, aunque tiene lesionados a Mumin, Nteka, Isi Palazón y Camello. Es duda Joni Montiel. Imanol tiene lesionados a Pacheco, Brais Méndez y Sucic. Vuelven Elustondo y Odriozola.