Dicen que no hay nada mejor que llegar y besar el santo para expresar que alguien ha demostrado lo que se esperaba o incluso ha ido más allá, y eso pasó con un LLORENTE que, desde el día antes de la pandemia, demostró a toda Europa que nos tuvo engañados, que no era un centrocampista defensivo o posicional, sino que era un llegador con mucho peligro en sus botas.
Terminó la temporada de una forma espectacular de goles y la siguiente le puso la guinda, demostrando que eso que se había visto era real, su calidad era más hacia el gol que hacia la defensa, y el Cholo pareció encontrar una mina de oro en forma de goles.
Sin embargo, el fútbol pasó (como pasan las cosas que no tienen mucho sentido) y llegó el momento en el que LLORENTE se perdió. Jugaba de lateral con la selección, jugaba un rato de centrocampista con el Cholo, que luego le ponía a solucionar urgencias en el lateral, o que luego le adelantaba en otras ocasiones. Y terminó la temporada pasada y MARCOS no sabía si era zurdo o diestro, si tenía que atacar o defender o si tenía que vestirse de rojo o de rojiblanco.
Y no empezó mucho mejor esta temporada porque, aunque parecía más afianzado en posiciones de ataque, la sanción de Nahuel le hizo volver al lateral, con todas las dudas que eso acarrea para él.
Sin embargo, llegó Sevilla. Y en Sevilla pasaron muchas cosas. Pasó que el Cholo se dejó de experimentos, y volvió al 4-3-3 con SAVIC y GIMÉNEZ en defensa, pasó que WITSEL jugó donde ha alcanzado un gran prestigio en Europa, en el mediocentro, y pasó que LLORENTE volvió a acercarse mucho al área. Y pasó también que el Sevilla está en un momento delicado que favorece a todos los demás equipos.
Y LLORENTE marcó, y celebró. Y LLORENTE es muy bueno, pero LLORENTE con confianza es mucho más peligroso. Y es un jugador muy de rachas. Y cuesta 4 millones apenas. Y llegó a valer más de 12. Y… Ha vuelto. Aunque ojo que puede estar lesionado, estemos atentos a novedades sobre su estado. No obstante, cuando vuelva a estar al 100%, lo vemos como un jugador recomendable por el valor que tiene.
El patrón de Anfield, el patrón del Cholo. El Atleti, con LLORENTE así, es más Atleti. El patrón ha vuelto.