Dice el refrán que a perro flaco, todo son pulgas. Esa es la sensación que queda en el Real Madrid tras la innumerable serie de lesiones que han padecido en la línea defensiva. Lo único positivo de esta plaga ha sido el descubrimiento de ASENCIO, que se ha comprobado un jugador ya de presente y, por supuesto, de futuro para el equipo blanco.
Según las últimas informaciones de Ancelotti, esta semana en Champions volverá RÜDIGER a estar disponible, por lo que habrá que ver si apuesta por acompañarle con TCHOUAMENI o sigue apostando por ASENCIO, que no se arrugó en Manchester ni tampoco en el derbi.
La lesión muscular es una de las primeras que se recuerdan del jugador alemán, que siempre ha tenido un físico imponente y que había acostumbrado a todos los mánager a tenerle en el campo jornada sí, jornada también. Esta lesión en el bíceps femoral nos hizo entender que RÜDIGER también es humano.
Su vuelta es un soplo de aire para Ancelotti, que al menos tiene una opción en el primer equipo de la que tirar para ir dando descanso a las piernas de los diferentes actores de la posición de defensa central.
La vuelta de Champions será obviamente una prueba muy exigente para el central alemán, que tendrá enfrente a un Haaland que querrá volver a anotar al Real Madrid y demostrar que ya el central alemán ha perdido su potencia ante el ariete noruego.
Con un valor de algo más de 6,5 millones, ha empezado a subir su valor debido a las palabras de Ancelotti y, conociendo al entrenador italiano, si no median problemas físicos, RÜDIGER será prácticamente un fijo en las alineaciones madridistas.
Ancelotti celebra la vuelta del central alemán, y la afición madridista espera que no se hayan tomado ni se tomen riesgos por volver a tenerlo cuanto antes ante el rendimiento de ASENCIO y un TCHOUAMENI que parece estar más asentado con cada partido en la posición.
Y tú, ¿crees que ya está bien y le vas a fichar o vas a dejar pasar algún partido para comprobar que no hay recaída? La suerte de Ancelotti será la de todos los mánager que apuesten por el jugador alemán, ANTONIO RÜDIGER.