
En un tiempo no muy lejano se habría dicho que en El Molinón se disputó un partido de esos que hacen afición. Porque si algo es seguro hoy es que se divirtió aquel aficionado que haya visto este Sporting-Almería desde la más absoluta neutralidad. Los dos equipos ofrecieron un duelo intenso y valiente, conscientes sus entrenadores que no ganar era un tropiezo cuando la competición entra en su último tercio.