
Lloraba desconsolado Pejiño en el césped, mientras García Pimienta analizaba —aguantando sus lágrimas— la dureza de la final ante el Alavés: “Es un equipazo, hemos competido contra auténticos cocos y los chicos se lo merecen todo. Teníamos una idea e íbamos a ir a muerte hasta el final, estos chicos solo saben jugar de una manera y lo han hecho. Y cuando ha tocado competir, como el partido de hoy, también lo han hecho, vamos a celebrarlo mucho”.