
Tal y como avisaban los números, el Tenerife-Mirandés era garantía de goles (nunca un 0-0 en la Isla entre ambos). Y se cumplió. Solo uno, pero suficiente para que los blanquiazules ganaran su partido y empezaran a ver más cerca los puesto de salvación. Los visitantes, no hicieron mal partido, pero no estuvieron finos. Tanto Mel como Lisci apostaron por darle continuidad a su once por lo que repitieron el mismo de la semana pasada. Ambos además, jugando con sistema similar (tres centrales). Así las cosas, a los visitantes se les vio un poco mejor en el comienzo que tuvo la primera a los cuatro minutos, pero nadie estuvo en el área para rematar.