Ramírez dejó un Zaragoza destruido y sin pulso competitivo y a Gabi le va a costar Dios y ayuda mantenerlo en Segunda División. El técnico, el cuarto de la temporada en el banquillo de La Romareda, se estrenó con un empate frente al Córdoba que le permite aumentar un punto su distancia con el Eldense, su directo competidor en la pelea por eludir el descenso, pero que le anuncia, más si cabe, un camino plagado de sufrimiento y de final incierto. Todo lo contrario que el Córdoba, que prosigue su imponente marcha de la segunda vuelta y empalma su octava salida sin perder. Rubén Alves abrió el marcador para los visitantes y Soberón firmó de penalti las tablas a ocho minutos del final.