
A base de empates, el Eibar dice adiós a los puestos que reparten los premios en la categoría y pueden ponerse así manos a la obra para confeccionar el próximo curso. Una etapa en la que su conductor, Beñat San José, ha comenzado con buen pie, ya que, tras ocho jornadas consecutivas, sigue sin perder. Y de no ser por el testarazo del guardameta rival que castiga la debilidad de los armeros en los últimos minutos, se hubiera vuelto con los bolsillos llenos a Ipurua. Sin embargo, el equipo guipuzcoano ha perdido por completo el rumbo del encuentro, según el técnico, y pese a no inquietar con ocasiones claras la portería de Jonmi, el balón parado ha jugado en su contra.