El Racing de Santander sale más líder de Riazor con unos números que asustan. Quinta victoria consecutiva, sexta de seis partidos lejos de su estadio. Brecha de ocho puntos con el segundo a la espera de lo que haga el Granada. Ambición a raudales que se vio desde el inicio de partido tras ponerse 0-2 cuando no se había llegado al minuto 25. La apisonadora cántabra tenía una autopista, pero el Deportivo no bajó los brazos, no se dejó llevar por los nervios de verse un poco más hundido en el descenso. Sacó orgullo, fútbol y oportunidades, pero un día más se olvidó de la puntería. De aprovechar alguna, al menos alguna, de las múltiples ocasiones que crea. La esperanza llegó en el minuto 65 con un gol de un Yeremay que empezó en el banquillo y cuyo talento estuvo cerca de lograr una remontada que merecieron los de Idiakez, pero que un día más no llegó por la falta de eficacia.