Si por el Girona fuera, jugaría mañana mismo. El nivel de optimismo y confianza que se respira en el vestuario rojiblanco es altísimo y es que los resultados que está obteniendo en el final de Liga provocan que el sueño del ascenso esté cada vez más cerca de hacerse realidad. Los de Francisco se han erigido en un equipo invencible (encadenan 11 partidos sin conocer la derrota con un balance de nueve victorias y dos empates) y están a un solo paso de cumplir con el objetivo. El domingo defenderán en Montilivi el 1-2 obtenido en Vallecas ante el Rayo y si se logra conseguirán regresar a Primera dos años después.
Pese al buen momento del Girona, Francisco insta al entorno y al grupo a no perder la humildad que le ha llevado a rozar el ascenso. Porque aún no lo tienen en la mano. Y teniendo en cuenta la cantidad de mazazos que se ha llevado en los últimos cursos no pueden confiarse. Aunque las sensaciones y mentalidad que se respira...