Como en las grandes ocasiones, el Estadio de Gran Canaria está viviendo este sábado un ambiente de gala. Más bien lo lleva haciendo desde ayer, cuando una nutrida representación de aficionados de Las Palmas accedió al recinto del partido de hoy contra el Alavés de cara a dejarlo todo preparado para el mosaico con el que se deleitará a quienes vean el partido también por la tele. Unas coloridas gradas que estallaron en una sola voz el ritmo de Luis Quintana interpretando “Amarillo es mi color”.
