La victoria del Almería el pasado domingo ante el Cartagena dejó un regusto muy amargo. Durante 85′ los indálicos jugaron a placer ante un oponente moribundo y consciente de su descenso por adelantado. Esta abrumadora superioridad no concordaba con las sensaciones que deslizaba el equipo. Poca pasión y entusiasmo medio tirando a bajo en la celebración los goles anotados por Baptistao y Luis Suárez. Grandes individualidades, sí, pero discutible criterio colectivo.