
El Deportivo, con la salvación sellada hace dos jornadas y sin opciones reales de playoff tras la derrota en El Molinón, ya mira más hacia el futuro que a las tres jornadas que restan para que finalice LaLiga. La decisión más urgente está en el banquillo. En decidir si Óscar Gilsanz, cuya vinculación termina el 30 de junio, continúa y es el entrenador de la próxima temporada. Y esta responsabilidad recaerá sobre un Fernando Soriano que tiene otro año más de contrato y que cuenta con el total respaldo desde el club y Abanca.