Esconder la euforia y el optimismo en Girona parece misión imposible. El triunfo en Vallecas ante el Rayo (1-2) les deja a un solo paso de regresar, dos años después, a Primera División y las sensaciones que desprende el conjunto de Francisco son las que les hacen mantener la confianza. El 1-2 dejó un gran sabor de boca en el vestuario rojiblanco y en su afición, pero es inevitable pensar qué hubiera pasado si el colegiado y el VAR no hubieran anulado el tanto de Nahuel Bustos al borde del descanso. Habría sido el 1-2 y, en el fútbol ficción, el gol de Mamadou Sylla, el 1-3. La renta para afrontar el duelo de vuelta pudo ser más importante.
Lo cierto es que el Girona hace tiempo que busca tener mayor suerte con las decisiones arbitrales y del VAR, pero no acaba de llegar. Vallecas puede ser considerado un escenario de mal recuerdo en este aspecto para los gerundenses porque, tras los dos penaltis no señalados en el duelo de...