El Racing mostró músculo en el Carlos Tartiere para remontar un choque que se le puso pronto den contra pero que siempre supo manejar a su antojo. Lección de los de José Alberto ante un Calleja que propuso una cosa, cambió tras el descanso y no acertó tampoco con los cambios. El 1-3 reflejó la superioridad en las áreas, pero también en el juego de un Racing muy superior.