
La situación tétrica que atraviesa el Racing de Ferrol no ofrece ningún registro positivo en cualquiera de las facetas del juego. El equipo es frágil a nivel defensivo, pero en ataque tiene su principal viacrucis como principal debe que arrastra a lo largo de toda la temporada. Tan sólo 18 goles en 32 jornadas, es decir a una media de 0,5 dianas por partido, son unos números pírricos que imposibilitan llegar a la recta final de competición con ni siquiera un mínimo resquicio para luchar por la permanencia.