El Oviedo dejó atrás sus penas de la eliminación copera para darle la bienvenida no muy amistosa a Ramis, 3-1, y dejarle claro que en Segunda, las áreas deciden. Le costó a los azules entrar en el partido, pero cuando lo hicieron se mostraron con la contundencia de los últimos choques en el Tartiere, ya son cinco victorias seguidas en casa y el Burgos solo es una víctima más de un equipo, el de Calleja, que sigue creciendo en la competición apoyándose en un ataque con muchas alternativas.