Un gol de David Larrubia, con la involuntaria y desafortunada colaboración de Arbilla da tres puntos de oro al Málaga ante un Eibar que no hizo mal partido, pero que penó su escasa puntería y se estrelló con una eficaz defensa blanquiazul, rocosa y disciplinada. Los eibarreses tuvieron una oportunidad dorada para neutralizar la ventaja local. El cabezazo liftado de Sergio Álvarez fue sacado casi sobre la línea por Manu Molina. El Eibar reclamó gol. En vano.



