Los errores defensivos volvieron a condenar a un Cádiz que fue de más a menos, ante un Málaga que no dio nunca el partido por perdido, a pesar de la renta de 2-0 con la que se pusieron por delante los de Paco López. La maldición de los amarillos continúa en un Mirandilla en el que aún no han visto ganar a su equipo en lo que va de temporada. Al Cádiz se le acabó el fútbol cuando Ocampo y Ontiveros (autor de los dos tantos) se quedaron sin gasolina. Dioni primero; y Castel después, pusieron el 2-2 definitivo.
