El Lugo llegaba al partido seco de goles y decidió saciarse de ellos a costa de una UD Las Palmas que no estuvo nunca al nivel mínimo que se le puede exigir a un equipo que por historia, plantilla y presupuesto debe estar en la zona alta. Los de Monteagudo fueron mejores de principio a fin y supieron aprovechar las ocasiones que la defensa amarilla, muy frágil, concedió a lo largo de todo el partido.
La puesta en escena era clara por ambas partes. El Lugo utilizaba el balón en largo para saltarse líneas de presión y no perder en zonas comprometidas, y Las Palmas buscaba la combinación entre los de arriba, muy móviles. La primera la tuvo Iriome en un remate de cabeza picado que se fue fuera. Solo tres minutos después el Lugo se adelantaría por medio del grancanario Cristian Herrera, que ejecutaría un penalty clarísimo de Deivid sobre Lazo, al que arrolló cuando ya encaraba puerta. El gol dio alas a los rojiblancos y descolocó
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