El Granada se puso el mono de trabajo para sumar una importante victoria que le permite coger impulso en la tabla. El gol de Weissman desequilibró la balanza para vencer al Mirandés en Anduva en un duelo en el que el colegiado fue despedido con una sonora pitada (0-1). La igualdad fue máxima en los primeros compases del partido, aunque los rojillos trataron de llevar la iniciativa con un activo Joel Roca por el costado izquierdo. En una acción del extremo cedido por el Girona, el equipo jabato pidió con insistencia un penalti por manos de un defensor visitante. La jugada continuó y, en un contragolpe de manual, el Granada se puso por delante. Weissman aprovechó el medido envío de Jozwiak para abrir el marcador (0-1). La sala VAR, con Lax Franco a la cabeza, tuvo que visionar ambas acciones. No se apreció voluntariedad en la mano y tampoco fuera de juego del delantero israelí en el tanto por lo que la diana subió al electrónico....