Ipurua volvió a abrir sus puertas y lo hizo siguiendo la tónica habitual de las últimas temporadas. El Eibar ganó, pero con una actuación no apta para cardíacos. El Castellón, insuflado por volver al segundo escalón del fútbol español tres campañas después, pasó por encima de los armeros durante casi todo el encuentro. Solo el madrugador tanto de Bautista pudo imponerse al dinamismo de los de Schreuder. El conjunto albinegro, se hizo con el balón, tuvo acercamientos de peligro, pero no acertó en los últimos metros con la portería de Jonmi. Los armeros, en cambio, acusaron el estado físico de estar a mediados de agosto, la falta de fondo de armario a causa de las alturas del mercado y la ausencia de gran parte de su hinchada. Esta vez, solventaron la papeleta, aunque de continuar con las sensaciones mostradas en la primera jornada liguera, el ascenso volverá a seguir siendo una quimera.