El Deportivo arrasa al Castellón a ritmo de rock & roll

Cualquier equipo que juega contra el Castellón sabe que es un partido diferente. Un día que no hay música clásica o vals, que toca rock & roll. Así lo entendió Gilsanz, que buscó siempre encarar a la arriesgada defensa de Dick Schreuder, convirtió a Escudero en el hombre indetectable y lanzó a sus cohetes al espacio. El más rápido en eso se llama David Mella, que se dio un verdadero festín. Dos goles, una asistencia y una precisión en el remate que permitió al Depor remontar en tres minutos el tempranero gol de Douglas Aurelio. Exhibición blanquiazul que terminó en una manita que pudo ser todavía mayor. Orgia de goles en un Riazor que en los nueve partidos anteriores sólo había visto seis. Duro correctivo para los orelluts, que sufrieron el huracán deportivista como la pasada temporada en la final de Primera RFEF, pero esta vez sin Lucas Pérez. Tres puntos de oro para un Deportivo que da un salto en la clasificación,