
Castellón y Levante tienen un pasado marcado por la rivalidad, pero también por momentos de cercanía y respeto. La última vez que ambos clubes se enfrentaron en el césped del estadio Ciutat de València fue en junio de 2010. En aquella ocasión, el Levante selló su ascenso a Primera División tras vencer a un Castellón que ya había sufrido el descenso a Segunda División B. Este resultado no solo sentenció la temporada del equipo albinegro, sino que también inició una travesía en la que las trayectorias de ambos clubes tomaron rumbos diametralmente opuestos.