
El Mirandés ya no depende de sí mismo para lograr el ascenso directo pero, pese al empate ante el Almería, demostró que será un rival muy difícil de batir en el futuro playoff que ya tiene asegurado. “Se nos quedó esa sensación de haberlo tenido en la mano y de que se haya escapado, pero este equipo ha demostrado mil veces que es capaz de dar la vuelta a cualquier situación, a cualquier bache y lo pelearemos”, destaca Unai Egiluz.