
El último encuentro del Mirandés, que se celebró el pasado sábado en Ipurua, dejó una imagen para la historia del club rojillo. Corría el minuto 89 cuando Postigo ganó el balón de cabeza dentro del área y Panichelli lo terminó alojando en el fondo de la portería armera para alegría de los aficionados jabatos que se dieron cita en tierras guipuzcoanas.