El Almería cerró su crisis de un portazo con una goleada revitalizante que le devuelve la sonrisa y le acerca a la pelea por el ascenso. Un partido ideal para recuperar autoestima y dibujar ese ansiado punto de inflexión que tanto ansía la parroquia rojiblanca. Fue precisamente ante el Zaragoza, en la primera vuelta, donde los indálicos iniciaron la racha triunfal que les llevó del descenso al liderato. Rubi confía en repetir la historia con el ascenso como desenlace.