Los Pelicans están empezando a ganar cuando ya de poco les vale. En el Oeste se les ha escapado el caballo y las victorias empiezan a ser hasta contraproducentes, aunque esto vaya contra el espíritu más noble del deporte. Son tres de las últimas cuatro. Sí le pueden sacar rendimiento al tramo final de la temporada si va a servir para recuperar a todo un número uno, una fuerza de la naturaleza, como Zion Williamson, que en sus seis años como profesional ha sido más conocido por sus bajas que por sus altas.