Los playoffs han empezado y eso se nota. También en la Conferencia Este, donde se mantiene la tradición de darse palos hasta la médula para pasar de ronda y superar eliminatorias. Y ahí se van a mover Knicks y Pistons, dos de los equipos más clásicos de la historia de la NBA. Los primeros, terceros clasificados en la fase regular, buscan su primer acceso a las finales del Este desde el 2000, 25 años de mucha espera y una crisis pantagruélica para una franquicia que en la prehistoria de la competición escribía las páginas de la historia del baloncesto. Y los segundos regresan a la fase final, a la que no accedían desde 2019 y tras más de un lustro de enormes problemas, incluida una de las peores temporadas de la historia del deporte, la 2023-24, que provocó un cisma enorme del que parecían que no iban a salir. Pero lo han hecho y aquí están, enfrentándose precisamente a una de sus némesis, contra la que en el pasado tuvieron...