La fórmula Jimmy Butler funciona. Los Warriors han conseguido, ya se puede afirmar sin riesgo, enderezar el rumbo y meter picante, ilusión, en una temporada que se iba por el desagüe de la mediocridad hasta ese cierre de mercado en el que tantearon a Kevin Durant y acabaron con Butler, que está demostrando ser mucho más que un segundo plato. Después de ganar a los Pistons (115-110) en un partido que tuvo mucho de pelea old school, los de la Bahía están 11-2 desde el debut y 11-1 en los partidos en los que juega el alero, ex de Miami Heat. Ya es una buena muestra, una evidencia potente.