Han sido meses de rumores, de dimes y diretes, pero el final al que se ha llegado era cuestión de tiempo y hoy se ha dado la resolución. Los Boston Celtics cambian de dueños. La familia Grousbeck, que querían vender la franquicia, lo han hecho a Bill Chilshom, líder y uno de los fundadores del grupo privado de Symphony Technology Group, que gestiona empresas de datos, software y análisis. La noticia la ha adelantado el periodista de ESPN Shams Charania, que deja una cifra nunca antes vista: 6.100 millones de dólares. Esa cantidad es la mayor que se ha pagado nunca por una franquicia estadounidense de cualquier deporte. Hasta ahora, la mayor cantidad de dinero que se había puesto encima de la mesa para hacerse con el control de una franquicia eran los 6.050 millones por los que se vendieron los Washington Comanders de la NFL en 2023.