El León dejó de ser el equipo dominante que se mostró al inicio del torneo. El partido de anoche contra Cruz Azul sacó a la luz todas las debilidades del club y sobre todo su deplorable estado anímico, imposible de recuperar luego de la noticia de su expulsión del Mundial de Clubes. Para el cierre de la fase regular toca jugar contra Rayados de Monterrey, en la última oportunidad para conseguir tres puntos y no depender de resultados ajenos en la búsqueda de acceder a la liguilla de manera directa. No obstante, Pachuca y Necaxa también aspiran a meterse a la fiesta grande y podrían obstaculizar las aspiraciones del equipo del Bajío.