El Leganés es un equipo incómodo, ordenado y solidario. Ha rascado puntos ante conjuntos más potentes y se siente cómodo fuera de Butarque. Pero si le abren la lata con prontitud se desintegra. Zakharyan avisaba de cabeza. El centrocampista ruso, recuperado para la causa de su lesión hace escasas semanas, adelantaba a la Real, solo desde la frontal, de zapatazo violento a la red. Sin vigilancia, con la zaga pepinera hundida, para el 1-0 en el minuto 12. Kubo sentenciaba en una acción marca de la casa nada más arrancar el segundo acto, y Olasagasti cerraba la cuenta en el tramo final. La Real sigue muy viva. Se mantiene en las tres competiciones y en la Liga sin renunciar a colarse en posiciones europeas, ahora ya, con 34, a un solo punto. El Lega, doblando la servilleta, se halla a un punto de los puestos de descenso. No creyó nunca en la remontada y solo se estiró en contadas acciones.