El Barça es un agonizante enterrado de cara al suelo que trata de salir de la fosa escarbando hacia abajo. Cada movimiento del equipo empeora el anterior y el equipo sigue a la deriva sin sistema, ni juego ni resultados. La derrota en Vallecas ante el Rayo por 1-0 certifica que este proyecto que empezó desequilibrado ya no se sostiene por ningún lado. Tras cuatro jornadas como visitante, el Barça sólo ha marcado un gol y no conoce la victoria. El Barça, a finales de octubre, dejó claro en Vallecas que se baja de LaLiga.
Vivir en el autoengaño permanente no sale gratis. Que el Barça acabara el Clásico de hace tres días puntuándose con una buena nota y diciendo que estaba en el camino correcto se paga. La falta de autocrítica culé tuvo como consecuencia una continuación del discurso inane de la segunda parte del domingo ante el Madrid, pero esta vez era el Rayo. Un equipo con un plan que desnudó de inicio a un Barça inofensivo
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