Si este 2024 ha sido memorable en Bilbao, el Athletic se ha empeñado en despedirlo por todo lo alto, con un broche de oro puro. La guinda perfecta. En la estación de Champions ve partir del tren del año hacia el túnel del olvido tras un partido que engorda hasta el número 14 las citas sin perder. Si estos meses han sido gloria bendita, 2025 promete. Dicen que Osasuna nunca se rinde, pero es que se ha apropiado del lema el plantel de Valverde, que insiste hasta hacerse cargante, un pesado de tomo y lomo. Se apunta a todo, i el título liguero está descartado. Percute como el que más hasta lograr el premio. No pudo aquel contener a este equipo de aspecto rocoso, infranqueable, al que le sale todo.