El Athletic fue en Butarque tragicomedia de los Williams para certificar un triunfo (0-2) con sonrisa en Iñaki y lamento en Nico. El primero selló la victoria desde el banquillo después de que Valverde sofocara la revolución de su once con cinco cambios apenas a la hora de partido. El de Nico fue obligado, porque se marchó al descanso lesionado con un fuerte golpe en el tobillo. Su salida despidió un primer tiempo plano y abrió las puertas al agitado segundo acto, en el que solo la desgracia pepinera con gol en propia de Jorge Sáenz desatascó el nubarrón de ideas rojiblanco. Los pepineros, que tuvieron dos palos y un gol anulado, engarzan su tercera derrota seguida.