El Eibar y el Celta de Vigo fueron los responsables de amenizar la matinal de fútbol del domingo en el Estadio Municipal de Ipurua. Dos equipos que buscaban mejorar sensaciones y dar portazo definitivamente a los malos resultados que no defraudaron sobre el terreno de juego.
Con intensidad y las ideas claras arrancaron los locales, que buscaron la posesión de un balón que el Celta regaló casi desde el principio. El equipo celeste trató sin éxito de rondar la puerta de Dmitrovic en los primeros compases del encuentro, pero la superioridad de un Eibar al fin reconocible no dio demasiadas opciones a los gallegos. Orellana se convirtió en el hombre más peligroso en la primera mitad, con carreras por banda, disparos de media distancia y dos saques de esquina que buscaron el gol olímpico y a punto estuvieron de encontrarlo. El delantero Kike García también disfrutó de varias tentativas relativamente claras, pero no fue posible. De...
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