Entre pitos (a Bale) y flautas (mágica la de Modric) el Madrid pasó el trago de la Real, un equipazo durante media hora y un digno rival de los blancos durante la hora restante. El triunfo no tuvo el fulgor de Eibar, pero dejó hechos relevantes: Benzema puede con el carro, Valverde es omnívoro (defiende, ataca, remata, golea), Modric (dos asistencias y un gol) aún tiene recorrido, Hazard se suelta, Mendy es galgo y podenco y Ramos se sobra peligrosamente. El Bernabéu se dio el gusto de zarandear a Bale por tomarse a pitorreo la institución y de aplaudir a Odegaard por lo que pueda pasar. El galés, en cualquier caso, firmó unos minutos finales estupendos.
Noviembre ha dejado un buen dato de empleo en el Madrid: Valverde y Rodrygo han pasado de eventuales a fijos. El uruguayo ha vitaminado el centro del campo atendiendo a un eslogan hecho para otra cosa: juega con responsabilidad. Para el brasileño el gol es de la familia. Tiene...