No fue el mejor partido de la temporada en el José Zorrilla. Ni Real Valladolid, ni Celta hicieron un partido brillante. Si la primera parte fueron los locales los que estuvieron más cerca de adelantarse en el marcador, en la segunda los vigueses merecieron la victoria porque a base de tener un mayor control de balón generaron ocasiones para llevarse los tres puntos y marraron un penalti cuando el partido entraba en su recta final.
El Celta volvió a la línea de tres centrales para reforzar el trabajo defensivo que les llevó a encajar sólo un gol en los últimos cuatro partidos, ahora cinco, y el Real Valladolid presentó un equipo más ofensivo. Con estos argumentos, los primeros minutos del partido fueron de ritmo bajo. Sólo a partir del minuto 20, los blanquivioletas empezaron a rondar la portería de Rubén, portero que debutó en 2013 en Zorrilla con 17 años, sin gran peligro. De hecho, la ocasión más llamativa, la única...