Las previsiones daban lluvia en Vallecas, pero esta no cayó del cielo, sino del verde. Todo un chaparrón de goles, que comenzó cuando Zubimendi adelantaba a la Real a la salida de un córner en una primera parte con tintes donostiarras. El descanso espoleó al Rayo. Trejo y Pedro Díaz devolvieron la sonrisa a la grada con la remontada, pero apenas siete minutos después el canterano Mariezkurrena salvó el empate. Eso sí, hubo pelea hasta el final. Ahí fue cuando Batalla y sus paradas retuvieron un punto que no sacia, pero suma. Europa y la salvación siguen ahí para ambos contendientes. Nadie dijo que fuera fácil.