Hay puntos que saben a todo y otros que no saben a nada. Después de que el Rayo rascase un empate contra Atlético y Girona, este del derbi ante el Leganés se antoja algo más pobre. El encuentro tenía todos los condicionantes para la fiesta. El horario, la buena entrada, la primera titularidad de James, el gol tempranero de Camello, la magia de un De Frutos inspirado... pero se respiraba en el ambiente la sensación de que podía ser un partido trampa. No terminó peor gracias a Batalla. El Leganés asomó la patita en el tramo final de la primera parte y, nada más empezar la segunda, tras sobrevivir a un arreón franjirrojo, llegó el empate de Juan Cruz. Es el tercero consecutivo para los de Iñigo Pérez y el segundo para los de Borja Jiménez, abonados al armisticio frente los vecinos. Y es que calcaron el resultado de la pasada jornada contra el Getafe. Justo reparto de botín para que ambos sigan acercándose al destino común...