El Rayo asaltó Butarque en superioridad numérica y a lomos de la épica de Batalla, que paró dos penaltis en el último suspiro (el primero se repitió tras embocarlo Rosier) para romper su gafe ante el Leganés (jamás le había ganado en Primera) y, de paso, dormir en puestos europeos con un triunfo que prolonga el idilio de la Franja, invicta en las últimas ocho jornadas y demasiado colosal para su contrario inferior con once y con diez. La discutida roja a Sergio casi al descanso acabó por diluir sus opciones de rozar punto alguno. Ciss, tras un córner en una segunda parte de insistencia visitante, hizo el 0-1.