Nunca dejes de creer, que dice la grada del Metropolitano y cómo no hacerlo cuando en tu equipo tienes a Griezmann, ese Principito convertido en rey hace ya años. Un jugador de culto que, en el 95’, atrapó un balón de Lino en el área y, casi cayendo, tirándose al suelo, disparó para el 4-3. Entre la euforia y la locura. Otra vez. Si ante el Betis este equipo pareció anochecer, ante el Sevilla deslumbra fuerte a por todo. Qué largos, locos y épicos se le están haciendo al Atleti este año los tiempos de descuento. Y fructíferos.