El Mallorca se llevó la gloria del Benito Villamarín con la aparición de Valery en el último suspiro para asaltar la zona europea y condenar a un Betis que perdonó demasiado ante Greif. Con un 39% de posesión y una fe inquebrantable, el equipo de Arrasate quiso creer hasta el final y cazó su oportunidad cuando su rival había desaprovechado las suyas. Ni Lo Celso, notable de nuevo abriendo el marcador con un gran gol, bastó para elevar al Betis hasta las alturas. El Mallorca resistió con Samu Costa en el repliegue y Dani Rodríguez en los espacios hasta coronarse en un descuento que propició el silencio en Heliópolis.