Cerró el año el Athletic en casa cantando villancicos. Acurrucado, cerca de la portería de Unai Simón, se dedicó a emborronar una hoja de servicios preciosa durante este 2019 que agoniza. Aquel muerto de diciembre de 2018 con Berizzo se levantó de la tumba y se dio un paseo por San Mamés para soplar una vela de cumpleaños. ¡Menudo bodrio! Esta versión del Athletic, capaz de vencerse solo, no se conocía por Bilbao desde tiempo atrás. Un equipo raquítico que celebró un Eibar en paños menores por las bajas en la parcela defensiva. No acabó de creerse el cuadro de Mendilibar semejante enemigo ramplón, porque si no lo normal habría sido salir al cuello a darle una tunda para dibujar aún un adversario más deprimente. Pero ante la nadería local, apenas hubo respuesta, quizá por falta de herramientas.
Garitano arrancó con Unai López de mediapunta, con San José poniendo cemento por medio y Raúl García de vuelta al ‘nueve’...